La noche del miércoles en el Estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula fue un verdadero caos. El partido de la Liga Centroamericana entre Marathón y Luis Ángel Firpo quedó suspendido durante más de una hora debido a un inesperado apagón, dejando en evidencia la falta de preparación y contingencia ante este tipo de situaciones. El marcador estaba empatado 0-0 cuando las luces se apagaron, y la falta de un plan de contingencia dejó a todos los presentes en la incertidumbre.
El encuentro, que estaba programado para iniciar a las 8:00 pm, ya había sido retrasado debido a una tormenta que provocó fallos en el suministro eléctrico del estadio. Sin embargo, el problema se agravó cuando, faltando 45 minutos para el final del partido, el estadio quedó completamente a oscuras. Las cadenas internacionales que transmitían el evento lamentaron públicamente la falta de preparación en Honduras para lidiar con este tipo de incidentes, lo que dejó en mal lugar la imagen del país a nivel regional.
Mientras algunos aficionados verdolagas decidieron esperar pacientemente el restablecimiento del fluido eléctrico, la mayoría optó por retirarse, cansados de la situación. El partido, que estaba empatado sin goles, parecía condenado a terminar de la misma forma. Pero la verdadera sorpresa llegó cuando, tras cuatro horas de interrupciones y apagones, el juego finalmente se reanudó en las primeras horas del jueves.
En una jugada que ya es considerada épica, Damin Ramírez, el “10” del Marathón, decidió el encuentro con un golazo de tiro libre, directo al ángulo, imposible de detener para el portero rival. A pesar de que el equipo de la Tota Medina ya estaba eliminado de la Copa Centroamericana, el gol de Ramírez le otorgó los primeros tres puntos al Marathón en la competición. No obstante, el triunfo quedó empañado por la vergonzosa situación vivida en el estadio.
La falta de preparación ante los apagones y la tormenta, que forzó un retraso de más de una hora en el inicio del partido, no solo dejó un mal sabor de boca a los aficionados, sino que también evidenció la necesidad urgente de mejorar las infraestructuras deportivas en el país. El Marathón puede haber ganado en el campo, pero Honduras perdió una valiosa oportunidad de demostrar que está a la altura de las competencias internacionales.