
Con el título teñido irremediablemente de blanco, muchos son los alicientes que oculta todavía este extraordinariamente extenso curso 19-20. La batalla por Europa centra los esfuerzos de los implicados en ella. A ningún club -aficionados y dirigentes- le amarga el dulce de pasear por el Viejo Continente la próxima campaña. Repercusión mediática e ingresos extra, una fórmula rentable. El premio gordo será para Atlético de Madrid y Sevilla, la Liga de Campeones asegurada, ambos lucharán por el galardón del tercer clasificado.
Seis novias
No para seis hermanos, sino para tres puestos de Europa League. El Villarreal es el líder de la carrera por la segunda competencia continental, cuya agitación persiste, aunque a menos revoluciones. Ni siquiera su derrota contra un competidor más que directo como la Real, que se despertó en el momento justo, con cabezazos de Willian José y Diego Llorente, alterado su dominio por esa meta.
A tres puntos, con 54, están el Getafe y la Real Sociedad, también dentro de las plazas que invitan a la competición europea, aunque la última de ellas -la séptima- por medio de esa interminable y agotadora fase de clasificación. Y al acecho surgen tres rivales: el Athletic Club (51), el Valencia (50) y el Granada (50), por ese orden.
No se resignan
Sólo hay segura una plaza de descenso. Y quedan dos. El Leganés, que redescubrió su espíritu de resistencia en un 1-0 al Valencia en inferioridad numérica y con una penalti parado por ‘Pichu’ Cuéllar, y el Mallorca, derrotado por el Sevilla, insiste desde atrás en la búsqueda de lo imprevisible. Ambos están a 4 puntos de su quimera. El Alavés y el Celta perdieron la presión en las dos últimas citas, aunque su renta aún les otorga un margen de error. Y una victoria les salva.
El bloque gallego recibe al Levante y visita al Espanyol; el equipo vitoriano viaja al Benito Villamarín para medirse al Betis y aguarda luego en casa un Barcelona que podría llegar a Mendizorroza y sin la tensión de conquistar el título.
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