Durante el sueño, se produce una sustancia en el cerebro llamada melatonina, la cual contribuye a mantener el equilibrio del estado de ánimo durante el día. Si no se duerme lo suficiente, dicha sustancia no se produce adecuadamente, lo que provoca alteraciones en el comportamiento de las personas y en el estado de ánimo.
Ante la situación, los especialistas alertan a los padres de familia de que sus hijos pueden lograr a tener trastornos de depresión, ansiedad y estrés. Por lo que es de vital importancia que todo ser humano entrando a la adultez duerma al menos ocho horas, mientras que los menores necesitan un poco más de descanso.