El ex presidente argentino Carlos Menem murió este domingo a los 90 años. Estaba ingresado en el Sanatorio Los Arcos de la ciudad de Buenos Aires, desde el 15 de diciembre pasado. Menem había sido trasladado a ese centro hospitalario en un principio para ser sometido a un control médico prostático y donde se le diagnosticó una infección urinaria que complicó sus problemas cardíacos. El día de Nochebuena fue inducido a un coma tras sufrir un fallo renal en medio de su delicado estado de salud, aunque el 8 de enero había mejorado, el pasado 19 de enero pasado volvió a empeorar hasta el desenlace final.
Presidente entre 1989 y 1999, la noticia de su muerte se publicó en los medios más importantes del mundo.
The New York Times lo califica como el mandatario que impulsó una sorprendente recuperación económica y renovó los lazos con Estados Unidos y Gran Bretaña, pero también recuerda que más tarde fue condenado por soborno y acusado de encubrir las pruebas de un mortífero atentado antisemita durante su mandato.
El Daily Mail británico describe al ex mandatario como “el playboy, amante de las Ferrari que prometió hacer la nación más divertida y reconstruyó las relaciones con Gran Bretaña tras la Guerra de las Malvinas”.
El diario español El Mundo asegura que con la muerte de Menem, “Argentina despide a un hombre que la gobernó por diez años y medio, un político carismático e inescrupuloso que llevó a sus compatriotas a la ilusión de que un peso valía lo mismo que un dólar. Un peronista metamorfoseado en neoliberal populista que modernizó infraestructuras clave del país, pero que también gobernó en un ambiente de densa corrupción, sospechas y oscuras historias aún no resueltas”.