La exfiscal Nilia Ramos reveló que la solicitud de extradición del exsecretario del Congreso, Carlos Zelaya, está siendo manejada por la Cancillería de Honduras.
Según Ramos, este proceso es clave en la lucha contra el narcotráfico y las implicaciones internacionales del caso.
En su intervención, Ramos destacó que la extradición de Zelaya está directamente vinculada a las sanciones que Estados Unidos ha anunciado contra funcionarios hondureños involucrados en actividades ilícitas.
Explicó que, debido a la sistematización de la extradición, aquellos que estén ligados al narcotráfico, incluidos miembros de la familia presidencial de Xiomara Castro y altos funcionarios del gobierno, podrían enfrentar la pérdida de visas y ser incluidos en listas de personas no gratas por Estados Unidos.
Ramos también señaló que la solicitud de extradición de Zelaya se encuentra en un momento crítico, coincidiendo con el período electoral en el país.
A su juicio, el gobierno actual no haría pública esta solicitud en el corto plazo por razones políticas, pero advirtió que el proceso judicial en curso podría cambiar las dinámicas en la Corte Suprema de Justicia y en otros entes gubernamentales.
En cuanto a la falta de acción del poder judicial hondureño, Ramos enfatizó la debilidad de las instituciones locales para enfrentar el narcotráfico, argumentando que, en muchas ocasiones, son naciones extranjeras como Estados Unidos las que deben tomar la iniciativa para enjuiciar a los responsables.
Este panorama, según la exfiscal, refleja la situación precaria en la que se encuentra el sistema judicial hondureño.
La exfiscal también destacó las declaraciones recientes del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien insistió en que las extradiciones se van a llevar a cabo con firmeza.
Finalmente, aseguró que muchos fugitivos, que han salido de Honduras, serán perseguidos y enjuiciados, marcando un claro mensaje de advertencia para quienes aún se creen fuera del alcance de la justicia.
