La familia Hernández Alvarado expresó su preocupación sobre el juicio de Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras, que presentó Alexander Ardón, señalado narcotraficante.
La familia solicitó que se desclasifiquen los documentos y las pruebas multimedia relacionadas con el caso, con el objetivo de garantizar transparencia en el proceso judicial.
Argumentan que el testimonio de Ardón, quien se encuentra bajo protección en Estados Unidos, no debería tener peso en el juicio de Hernández, dado que su estatus de protegido y su historial criminal comprometen la credibilidad de su declaración.
La familia Hernández subrayó que la situación resulta aún más preocupante porque, mientras Ardón goza de protección y libertad, Hernández permanece en prisión, a pesar de que sostiene su inocencia.
Según ellos, las acusaciones contra el expresidente deben ser respaldadas por pruebas claras y contundentes, no por testimonios de individuos como Ardón, quien según la familia, no ofrece garantías de veracidad debido a su implicación en actividades delictivas.
En su solicitud, la familia también exige que las pruebas presentadas en el juicio sean revisadas a fondo.
Consideran que el uso de testimonios de personas como Ardón, que tienen un trasfondo criminal y están en custodia, compromete la imparcialidad del juicio.
La familia de Hernández insiste en que las evidencias deben ser revisadas con mayor rigor y transparencia para asegurar que no se esté manipulando el proceso judicial para fines políticos.
Además, señalan que la falta de claridad sobre las pruebas y los documentos que se están utilizando en el caso de Hernández aumenta las dudas sobre la justicia en este proceso.
La familia pidió que las autoridades hagan públicos los detalles sobre las pruebas multimedia, como grabaciones y documentos relevantes, para que el público pueda entender con mayor claridad los elementos que sustentan las acusaciones contra el ex presidente.
Para la familia Hernández, este caso no solo se trata de un juicio penal, sino de un cuestionamiento profundo sobre el acceso a la justicia y la equidad del sistema judicial.
Según ellos, la situación de Hernández es un ejemplo claro de cómo los procedimientos legales pueden ser influenciados por intereses políticos y personales, lo que pone en peligro la credibilidad del sistema judicial en el país.
En cuanto a la liberación de Alexander Ardón, la familia también mostró su inquietud por la situación.
Consideran que la decisión de otorgar protección a un narcotraficante como Ardón pone en evidencia las disparidades en el tratamiento de los acusados.
Mientras Ardón goza de beneficios por testificar contra otros, la familia cuestiona por qué Hernández enfrenta condiciones tan duras sin recibir el mismo trato en cuanto a pruebas y testigos.
La familia también lamentó que la justicia no parezca actuar de manera imparcial al no cuestionar la veracidad de testimonios provenientes de individuos protegidos, como es el caso de Ardón.
A través de su solicitud, la familia Hernández pretende que se revisen los métodos utilizados para asegurar la justicia, pidiendo que no se utilicen testigos cuya credibilidad está comprometida debido a su implicación en actividades delictivas graves.
La desclasificación de documentos y pruebas, según argumentan, es un paso fundamental para garantizar que no se utilicen pruebas manipuladas o poco confiables en un juicio de tal magnitud.
Además, la familia ha reiterado que la transparencia en el juicio de Juan Orlando Hernández es crucial no solo para su defensa, sino también para que el pueblo hondureño confíe en el proceso judicial.
Con respecto a la situación de Ardón, la familia también destacó el contraste entre la bienvenida que recibió en El Paraíso, Copán, y la dura realidad que enfrenta Hernández en prisión.
A pesar de ser condenado por narcotráfico, Ardón fue recibido con celebraciones y fue aclamado por la comunidad local.
La familia Hernández, al ver esta respuesta de la comunidad, cuestiona si realmente existe una justicia imparcial, cuando una figura como Ardón puede ser celebrada por su regreso, mientras que otros, como Hernández, permanecen encarcelados bajo condiciones cuestionables.
Finalmente, la familia Hernández Alvarado ha dejado claro que su lucha no es solo por la libertad de Juan Orlando Hernández, sino también por la integridad del sistema judicial hondureño.