El director de Aduanas, Fausto Cálix, ha abordado recientemente las críticas surgidas tras la celebración de su boda el pasado fin de semana en el Cerro Juana Laínez.
En respuesta a la controversia, Cálix declaró: "Con mi salario puedo hacer lo que quiera porque no es dinero de la corrupción, ni estoy haciendo nada malo".
Sus palabras llegan en medio de un escrutinio público sobre la conducta de funcionarios gubernamentales en Honduras.
Las declaraciones de Cálix han generado un debate en la opinión pública, destacando la importancia de la transparencia y la ética en la gestión pública.
Mientras algunos respaldan su derecho a disfrutar de su salario de manera personal, otros cuestionan la percepción de responsabilidad y la integridad que debe mantener un funcionario público en todo momento, especialmente en un país donde la corrupción ha sido una preocupación persistente.