El motor del mejor Barça de la historia, lo que conseguía encajarlo todo, era su centro del campo. Dos figuras de casa como Xavi e Iniesta brillaban por encima de las otras, pero tenían un guardaespaldas de lujo: Sergio Busquets.
El canterano llegó de 3ª división como un desconocido y acabó ganándolo todo y siendo titular en una final de Mundial. Busquets equilibraba el equipo, corregía las grietas y, además, daba una salida de balón exquisita.
Xavi e Iniesta, es cuestión de vida, decidieron que su ciclo en el Barça había llegado a su fin y que por su amor al club, lo mejor era dejar paso a otros y seguir su carrera fuera. Y a lo mejor ha llegado el momento en que Sergio también le toque pensar en su futuro inmediato y dejar sitio a jugadores como De Jong o Riqui Puig.
El catalán ya no tiene aquella agilidad mental que siempre le ha hecho ir un segundo por delante de sus adversarios y sus partidos destacan más por sus pérdidas que por sus recuperaciones.
El Barça se muestra desordenado y quién lo ha ordenaba siempre era él. Quizás sea porque hace tiempo que no está a su mejor nivel o quizás porque lo que no encaja es la idea de Koeman. O a lo mejor es un poco de todo. Pero lo que es obvio es que Sergio ya no es Busquets.
ADRIÀ COROMINAS
Gorjeo: @adriacat
TE PUEDE INTERESAR
.