La población hondureña se encuentra defraudada, engañada e indignada al ver que las actuales autoridades continúan utilizando los carros de lujo adquiridos por el gobierno anterior, a pesar de la promesa de la presidenta Xiomara Castro de venderlos durante su campaña.
Durante su campaña electoral, la presidenta Castro prometió vender todos los vehículos de lujo adquiridos por sus predecesores, presentando esta medida como un símbolo de cambio y austeridad.
Sin embargo, hoy en día, los ciudadanos observan con frustración cómo las autoridades actuales se desplazan por las calles de la capital en esos mismos autos de lujo.
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