Como si la pandemia del Covid 19 no era suficiente, hace un año, en 2020, Honduras vivió una de las tragedias climáticas más debastantes de la historia del país, las tormentas Eta e Iota llenaron de llanto, sufrimiento y luto a miles de hondureños, un año después, los hondureños siguen clamando por salir del bache en que cayeron con dicho acontecimiento.
Según la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), dichos huracánes afectaron casi 4 millones de personas y el costo total de los daños ha sido de aproximadamente 52,099 millones de lempiras, daños que aún en la actualidad, se ven duramente reflejados en la economía del país.
De acuerdo con este organismo de las Naciones Unidas, los daños representaron el 44% de la afectación, las pérdidas 52% y los costos adicionales 4% y los efectos totales que tuvo el desastre en el sector público fueron de aproximadamente 9,049 millones.