El gobierno de Honduras, bajo la administración de la presidenta Xiomara Castro, ha formalizado créditos externos por un monto superior a los 1,200 millones de dólares durante el año 2024, según revelaciones recientes. La última confirmación, anunciada el lunes, incluyó un préstamo de 350 millones de dólares otorgado por el Banco de Desarrollo de Latinoamérica (CAF). Esta nueva deuda incrementa considerablemente el total de créditos externos adquiridos en el presente año.
El presidente ejecutivo del CAF, Sergio Díaz Granados, y la presidenta Castro confirmaron la entrega de varias líneas crediticias, de las cuales, 160 millones de dólares destinados a la carretera San Pedro Sula-Occidente, 80 millones para un programa de género, 70 millones para inversión pública, y 40 millones para el sector cafetalero. Estos préstamos se suman a los 867 millones de dólares aprobados por el Congreso Nacional (CN) en febrero, lo que eleva la cifra total a 1,216.8 millones de dólares.
El Ministro de Finanzas, Marlon Ochoa, detalló que estos fondos están destinados a una serie de proyectos, incluyendo infraestructura vial y programas sociales. Sin embargo, la administración ha sido criticada por recurrir a estos préstamos mientras se mantiene la dependencia de fuentes tradicionales de financiamiento como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, así como de créditos bilaterales. Además, se encuentra en espera la adhesión al Banco de Desarrollo (NBD), un organismo financiero internacional del bloque BRICS.
Por su parte, el CN aprobó una serie de préstamos en febrero, destacándose un crédito de 606.8 millones de dólares del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para la rehabilitación de carreteras. También se ratificaron préstamos adicionales por un total de 260 millones de dólares, incluyendo financiamientos para el censo de población, la modernización de la Policía Nacional y la construcción de hospitales en Choluteca y Tocoa.
Las críticas han surgido debido al acelerado incremento de la deuda externa y la falta de claridad en el impacto de estos fondos en el desarrollo nacional. Expertos sostienen que el gobierno está comprometiendo el futuro económico del país al recurrir a niveles de endeudamiento tan elevados, sin garantías de que los proyectos financiados aporten beneficios sostenibles a largo plazo.
El incremento de la deuda plantea serias preguntas sobre la capacidad del gobierno para manejar sus compromisos financieros sin poner en riesgo la estabilidad económica del país.