En un giro inesperado, el gobierno de la presidenta Xiomara Castro ha ordenado detener los trabajos de reparación que el filántropo Shin Fujiyama estaba ejecutando en una escuela ubicada en Loarque. Esta decisión ha generado indignación entre los maestros y padres de familia de la institución educativa, quienes destacan la rapidez y eficiencia con la que Fujiyama mejoró las instalaciones en solo tres días.
Los padres de familia denuncian que, debido a esta prohibición, ahora no saben cuándo se completará el techado y otras reparaciones necesarias para el buen funcionamiento del centro educativo. Belkis Matamoros, presidenta de la asociación de padres de familia, expresó su frustración y señaló que el gobierno solo promete ayuda en papel, pero no ha cumplido con sus compromisos.
"Shin Fujiyama llegó y en tres días hizo más que lo que hemos visto en años. Ahora que el gobierno ha intervenido, nos encontramos en un limbo, sin saber cuándo podremos ver finalizadas las reparaciones que tanto necesitamos," afirmó Matamoros. "Nos sentimos abandonados por el gobierno, que solo nos ha dado promesas vacías sin ninguna acción concreta."
Los maestros de la escuela también han mostrado su preocupación por la situación. "Estas reparaciones son esenciales para garantizar un entorno seguro y adecuado para nuestros estudiantes. La intervención de Fujiyama era una esperanza para todos nosotros, y detener su trabajo es un gran retroceso," comentó uno de los docentes.