En una reciente reunión con sus seguidores, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, hizo declaraciones sorprendentes sobre el destino del dinero proveniente del narcotráfico. En su discurso, Petro afirmó que "los dólares de la cocaína ya no están entrando en Colombia, se quedan en el camino en Wall Street, Nueva York, México y Tegucigalpa." Estas palabras han generado una oleada de reacciones y especulaciones.
La mención de Tegucigalpa, la capital de Honduras, ha sido particularmente llamativa debido a la relación cercana que Petro ha mantenido con la presidenta hondureña, Xiomara Castro. La sorpresa surge al considerar que, hasta ahora, la relación entre ambos líderes había sido amistosa y cooperativa.
La declaración ha sido interpretada por algunos como una insinuación de que los fondos del narcotráfico están siendo desviados hacia la capital hondureña.
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