El próximo 27 de enero, Xiomara Castro se convertirá en la primera mujer en gobernar nuestro país, luego de ganar contundentemente las elecciones generales el pasado 28 de noviembre del 2021.
Al sentarse en la silla presidencial, Castro tiene muchos retos que debe afrontar donde muchos aseguran que se encontrará con un país en crisis en muchos aspectos, pero una de las más grandes es la pobreza en la que el país está sumergida, especialmente luego de la pandemia del Covid 19 y los recientes huracanes Eta e Iota que cerraron “con broche de oro” un 2020 para el olvido donde afectó tanto, que al día de hoy sigue teniendo repercusión en el pueblo hondureño.
Muchos hondureños ya se preparan para el día en que Castro tome posesión, para acudir y clamar por amnistía y condonación de ciertas deudas y pagos que se deben realizar y además, reducir algunos impuestos que han golpeado fuertemente el bolsillo de los hondureños.
Los hondureños piden comenzar por pedir que se derogue el decreto de ley número 24 en su artículo número 6, que fue el que dio vida en 2014, al aumento del 3% en el impuesto sobre ventas, que pasó del 12% al 15%, un “regalo” de bienvenida que daba Juan Orlando Hernández a los hondureños cuando ni siquiera tomaba posesión a la presidencia de Honduras y era apenas presidente del Congreso Nacional, y desde entonces, se aplica en los artículos hondureños, golpeando fuertemente el bolsillo de los hondureños.
Otro impuesto que los hondureños gritan para que se reduzca, es el Impuesto Sobre la Renta, dónde actualmente, los ciudadanos pagan el 25%, donde nuevamente salen a relucir los problemas que trajo el 2020, donde muchos quedaron sin empleo y los pequeños y medianos empresarios y los consumidores, claman por una amnistía de dicho impuesto al tener poca producción económica en el país.
Los ciudadanos hondureños, también piden una exoneración del pago de bienes inmuebles el cual deben aportar por su casa o vehículo, donde muchos apenas alcanzan para llevar el pan de cada día a sus hogares, y además, se encuentran asfixiados con el alto costo de los combustibles, por lo que reducir o exonerar este impuesto, daría un alivio a los hondureños.
Aunque son muchas las peticiones de los catrachos, culminaremos con la exoneración a la tasa vehicular en el país o como se conoce como “matricula”, la cual dependiendo el año del automóvil, así se cobra, donde también los hondureños claman a la gobernante Castro, se pueda exonerar de dicha tasa, ya que para muchos es excesiva e impagable, en especial para muchas personas del sector transporte que tuvieron mucho tiempo sin trabajar en su rubro, o los hondureños comunes, que también quedaron sin empleo, y como mencionamos antes, apenas pueden pagar el alto costo de la gasolina.
Esperemos que los hondureños recibamos una respuesta favorable, y que Xiomara Castro pueda escuchar el clamor de todos, y encontrar la solución a estos problemas, que entre otros muchos, son de los que más asfixian al pueblo.