El Estadio Nacional José de la Paz Herrera, conocido popularmente como "Chelato Uclés", fue testigo de un lamentable episodio de violencia que empañó el esperado encuentro entre los equipos Motagua y Olimpia, correspondiente al Clásico Capitalino.
Minutos antes del inicio del partido, la atmósfera festiva y deportiva se vio eclipsada por actos vandálicos protagonizados por la barra del equipo Motagua.
Según reportes, miembros de esta barra arremetieron contra sus rivales del equipo Olimpia, lanzando piedras, botellas y otros objetos contundentes, generando momentos de alta tensión y caos en las inmediaciones del estadio.
A pesar de que la presencia de la barra del equipo Olimpia estaba prohibida, algunos de sus seguidores desafiaron esta restricción y acudieron al estadio para apoyar a su equipo, lo que provocó el enojo de parte de los aficionados de Motagua y contribuyó a exacerbar los enfrentamientos.
La situación alcanzó su punto crítico cuando la violencia se extendió a transeúntes, vendedores y familias que habían acudido al estadio para disfrutar del partido.
La lluvia de piedras y la confusión resultante pusieron en peligro la seguridad de los presentes, generando un ambiente de caos y temor.
Gracias a la rápida intervención de varios agentes de la Policía Nacional presentes en el lugar, se logró contener la situación y evitar una tragedia mayor.
Se reporta que algunas personas responsables de los disturbios fueron detenidas, aunque aún no se ha proporcionado información detallada sobre la cantidad de detenidos ni sus identidades.
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