Entre los meses de abril y junio de 2024, los accidentes de tránsito se han convertido en la principal causa de muerte en menores de 18 años en Honduras. Durante este trimestre, se han registrado 55 fallecimientos de niños y adolescentes en incidentes viales, según reportes de usuarios viales. De estos, 32 eran conductores, 15 pasajeros y 8 peatones.
Un alto porcentaje de estos accidentes involucra motocicletas, y el común denominador de esta alarmante situación incluye el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol, el uso incorrecto o la falta de casco, la distracción al volante por el uso del teléfono, el mal estado de las carreteras, la inexperiencia, la falta de educación vial, la omisión de la Ley de Tránsito, y la corrupción en la expedición de licencias de conducir, las cuales deben otorgarse únicamente a personas mayores de 18 años. Además, la falta de control y vigilancia por parte de las autoridades, la alta densidad de tráfico en zonas urbanas, la deficiencia en la aplicación de la ley, y la inmadurez de niños y jóvenes al momento de conducir, agravan aún más esta crisis.
Según datos oficiales de la Dirección Nacional de Viabilidad y Transporte (DNVT), en lo que va del 2024 se han registrado 9,205 accidentes de tránsito, dejando un saldo de 884 muertes, de las cuales un gran porcentaje son niños y adolescentes. Se estima que el 70% de estos accidentes son causados por conductores que manejan a exceso de velocidad y sin respetar las leyes de tránsito.
Ante estas cifras alarmantes, Casa Alianza Honduras (CAH) insta a las autoridades de la DNVT a intensificar los operativos de control y vigilancia, con el fin de reducir la cantidad de personas que conducen a alta velocidad y sin licencia. Además, se hace un llamado a sancionar a los padres que permiten a menores de 18 años conducir motocicletas o automóviles.
Con respecto a la emisión de licencias de conducir, CAH recomienda que las autoridades reconsideren elevar la edad mínima para obtener una licencia a 21 años, tomando en cuenta los aspectos emocionales y psicológicos de los jóvenes. La inmadurez y la presión social pueden influir negativamente en la toma de decisiones al volante.