Los hebreos fueron un grupo heterogéneo que se extendió por todo el Medio Oriente, desde las zonas occidentales del actual Irán hasta Egipto, y su presencia en la zona está documentada desde el siglo XXIII AEC hasta el siglo XIII EC. La Biblia no entra en detalles sobre lo que fueron los hebreos. Se limita a mencionar que Abraham fue uno de ellos, pero sin ofrecernos información suficiente para saber qué tipo de sociedad fueron. Sin embargo, la arqueología se ha encargado de proporcionarnos una gran cantidad de datos que nos han permitido reconstruir sus características principales.
Los hebreos no eran un “pueblo” o etnia. Lo mismo los hubo semitas que cananeos, y es altamente probable que también hubiera hebreos de origen mitanio (hurrita) e hitita. Lo que tenían en común era su forma de vivir: nómadas o semi-nómadas, abiertamente opuestos a la vida urbana y civilizada, hábiles jinetes y notables guerreros, generalmente dedicados a la rapiña y al pillaje, pero también al comercio y a la ganadería.