El Barça vuelve a sonreír a costa de un Athletic que sigue en la lona donde le dejó la Real Sociedad hace quince días. El equipo de Koeman aplastó al Athletic en La Cartuja por 0-4, una goleada que de haber tenido el Barça un poco más de puntería en la primera parte, podría haber sido de escándalo. Messi volvió a levantar un título, marcó dos goles y junto a De Jong lideró a un Barça que le dejó muy claro al Athletic quien es el rey de copas.
El Barça sometió al equipo de Marcelino de inicio a fin del partido. Tardó una hora en concretar ese dominio en goles, pero cuando entró el primero, el resto cayeron como un castigo divino sobre unos leones que salieron a jugar con la mochila de la derrota de hace dos semanas ante la Real demasiado presente. El efecto Marcelino, que tanto castigó al Barça en enero, va a la baja mientras que la progresión del Barça es absolutamente inversa.
Barcelona lo hizo de nuevo pic.twitter.com/q5ss2a9Lde
— Diario El Espectador Hn (@ElEspectadorHn) April 17, 2021
La final fue sólo una cuestión de saber cuándo el Barça iba a marcar el primer gol. Tuvo suerte el Athletic de que el Barça no viera puerta hasta pasada la hora de partido. Si De Jong llega a embocar la ocasión más clara que tuvieron los culés en el partido, que fue a los dos minutos, el castigo podría haber sido muy doloroso.