La ciudad de Tegucigalpa fue el escenario del "Foro Ética, Soberanía y Comercio de las relaciones entre Honduras y China" (FESC 2023), un evento que reunió a destacados expositores y expertos en economía, corrupción y soberanía para analizar las complejas relaciones entre Honduras y China.
El propósito del foro fue promover un debate objetivo y transparente en torno a esta relación bilateral, profundizando en sus implicaciones políticas, beneficios, riesgos para el estado democrático y los derechos humanos.
El evento contó con la participación de cuatro expositores que abordaron cuestiones cruciales. Graco Pérez destacó la presencia global de China en el mundo y América Latina, mientras que el economista Julio Raudales proporcionó una visión clara de la condición comercial y macroeconómica de las relaciones entre Honduras y China.
Lester Ramírez, analista político, abordó temas relacionados con la falta de transparencia, el capital corrosivo y la violación de los derechos humanos.
Los recientes acuerdos entre los gobiernos de Honduras y China han generado opiniones diversas en la población, que expresa su preocupación por la falta de transparencia en dichas negociaciones.
En este contexto, el "Consejo para la vigilancia de la ética, el comercio y la soberanía de Honduras," integrado por la Asociación Patria Hogar, hondureños Contra la Pesca Ilegal, Salvemos Patuca y la Asociación para el Desarrollo y Superación de la Pobreza (AHDESUP), se unió para crear el FESC 2023.
El foro, moderado por el periodista Juan Carlos Sierra, se propuso fomentar el diálogo y el análisis crítico en un ambiente de transparencia. A pesar de que algunas organizaciones son optimistas acerca de la relación bilateral con China, sectores de la sociedad hondureña expresan escepticismo debido a la falta de información, la percepción de falta de transparencia en las negociaciones y la preocupación por una posible competencia desleal y agendas políticas ocultas.
El "Consejo para la vigilancia de la ética, el comercio y la soberanía de Honduras" hace un llamado a que, en el proceso de negociación de un acuerdo comercial y político con China, se defiendan los intereses del país, el bienestar de la población, se garantice el respeto a los derechos humanos, se protejan los recursos naturales, se promueva la transparencia, se respete el derecho a la información y se salvaguarde la soberanía de Honduras.