Medios internacionales aseguran que 700 personas fueron detenidas durante la noche, se registraron 800 incendios provocados en lugares públicos, 45 agentes del orden público resultaron heridos, hay heridos por traumatismo y por arma de fuego, asimismo, las pérdidas de los comerciantes en Marsella y ciudades aledañas en el sur se estiman en más de 100 millones de euros.
Dichos disturbios han provocado la crisis del presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien celebró una reunión de emergencias con los ministros mientras intenta salvar las divisiones y unir al país en un segundo mandato.
Por otro lado, el prefecto de París afirmó que la opción de introducir un estado de emergencia no se está considerando ahora, ya que todavía hay fondos suficientes.