Luego de la condena de 45 años de prisión para el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, su familia ofreció una conferencia de prensa en la que expresaron su determinación de luchar por su regreso al hogar. La conferencia contó con la presencia de Ana García, esposa de Hernández, acompañada por su suegra Elvira Hernández y sus hijas Daniela e Isabela.
Ana García denunció que el juez Kevin Castel no permitió que Hernández leyera una carta que había preparado. Durante su intervención, García manifestó: "Mi esposo Juan Orlando Hernández Alvarado es inocente de cada uno de los cargos que injustamente le fueron presentados. Hoy es un capítulo más de una serie de injusticias. Hoy fue sentenciado a 45 años de cárcel. Él combatió a los delincuentes, ¿qué justicia es esa? Pero nosotros tenemos fe, esperanza y confianza en Dios de que la luz de la justicia prevalecerá."
García acusó al sistema judicial de premiar a los verdaderos delincuentes, señalando que "la DEA solo persigue de la frontera de México para abajo. A partir de lo que le hicieron a mi esposo, ningún país ni presidente querrá enfrentar a estos delincuentes." Expresó su indignación ante lo que considera una injusticia contra Hernández, describiéndolo como una víctima de un "momento mediático producto de negociaciones políticas que han pisoteado los derechos de imparcialidad y estado de derecho."
La esposa del expresidente lamentó la devastadora ausencia de Hernández en su familia y acusó al sistema de justicia de EEUU de conspiración: "Hoy, Juan Orlando lo dijo: la verdad saldrá a la luz, prevalecerá y dejará al descubierto esta vergonzosa conspiración. Esta fue una burla al sistema de justicia. No permitiremos que esto quede impune. Vamos a luchar hasta las últimas consecuencias. De la mano de Dios, venceremos. Esta lucha no termina aquí."
Ana García envió un mensaje a su esposo: "Tu familia está contigo y no descansaremos hasta que vuelvas a casa, y no solo tu familia, sino muchos hondureños que claman por tu regreso."
También criticó la falta de pruebas y la parcialidad del proceso judicial: "Durante todo el proceso del caso de mi esposo, nos cerraron la boca. Solo dejaron hablar a los delincuentes. Lo tiraron a las aguas profundas con las manos atadas. El juez, la fiscalía y la DEA no permitieron que se conociera la verdad, sin pruebas sólidas, sin audios, sin videos, sin fotografías. No permitieron ninguna información clasificada que hablaba de la verdad de todas las acciones que hizo Juan Orlando para derrotar a los delincuentes."
Finalmente, García afirmó que no bajarán los brazos y continuarán luchando por Hernández, comenzando un juicio de apelación y agotando todos los recursos legales para defenderlo. "Tu arduo trabajo y una vida mejor por Honduras no será en vano. Honduras ha sentido la diferencia de cómo el país se está deteriorando día a día," concluyó.
La familia Hernández sigue firme en su lucha, confiando en que la justicia prevalecerá y que Juan Orlando Hernández regresará a su hogar.