A principios de esta semana, la encargada de negocios de Estados Unidos Jean Manes anunció que, “abandonará el país centroamericano en los próximos días, debido a que no ve voluntad de diálogo por parte del presidente salvadoreño Nayib Bukele.
Además, Manes mencionó que la Casa Blanca solo la había asignado por un plazo de tres meses para mejorar las relaciones entre Estados Unidos y las autoridades de El salvador y ya llevo seis meses aquí”, añadió.
El país cuscatleco en años recientes ha decidido darle la espalda a Estados Unidos y entablar relaciones con el gigante asiático China. Este país está construyendo una biblioteca en el centro histórico de la capital San Salvador luego que la asamblea legislativa, ratificara un convenio en el mes de mayo de ayuda y cooperación internacional.
Además, se pretende la construcción de un estadio una planta potabilizadora de agua y otros proyectos en la zona costera salvadoreña. En ese momento, Bukele mencionó que “el costo de los proyectos ascendía a 500 millones de dólares sin condiciones ni reembolsos”.
A lo cual, la secretaria interina de Asuntos del Hemisferio Occidental Julie Chung dijo en sus redes sociales: “Nada de lo que ofrece China viene sin condiciones” y Bukele respondió: “el socio principal de ustedes es China”, declaró.
Al ver estas acciones el Congreso y la Casa Blanca notan que estos acuerdos no se pueden realizar, debido a que el gobierno salvadoreño no tiene el interés para mejorar los acuerdos de cooperación y ayuda conjunta.
Otros factores que han ido desgastando las relaciones y la falta de diálogo entre estos países son: Los convenios firmados por la Asamblea legislativa, la jubilación de autoridades y jueces, la sustitución de magistrados y los ataques de Bukele en las redes sociales hasta el punto de atacar al presidente de EU Joe Biden.
Además, el gobierno y la Secretaría de Relaciones Exteriores, no quiso dar a conocer su versión respecto a estos asuntos.