En un contexto de unidad y bajo el pensamiento morazanista, Ramses Izaguirre se proyectó como un líder que trabajará incansablemente para ganar el respaldo de la juventud hondureña. Izaguirre, convencido de que su enfoque resonará con las nuevas generaciones, aseguró que su estrategia se basa en el trabajo constante y en ofrecer alternativas reales a los jóvenes del país.
Izaguirre destacó que Jorge Cálix, al unirse al Partido Liberal, atrajo consigo a más de la mitad de la militancia del Partido Libertad y Refundación (Libre), lo que representará, según sus palabras, una significativa pérdida para Libre. Según Izaguirre, esta movilización masiva fue resultado de la desilusión de miles de militantes que se sintieron engañados y utilizados por el actual liderazgo.
“El problema es que algunos no se atreven a hablar porque están castrados; saben que, si levantan la voz o reclaman, serán despedidos ellos y su gente”, afirmó Izaguirre, subrayando las tensiones internas que ya existían dentro del partido Libre.