Riesgos que representa que JOH haya subido al estrado en su propio juicio

En medio del juicio que enfrenta el exmandatario de Honduras, Juan Orlando Hernández, por presuntos delitos de corrupción y narcotráfico, su decisión de subir al estrado como testigo en su propia defensa ha generado controversia y preocupación entre analistas legales y expertos en la materia,

Según observaciones de expertos en leyes, la estrategia adoptada por Hernández de testificar en su propio juicio es considerada arriesgada y poco convencional.

 El abogado Juan Carlos Barrientos señala que es inusual y desaconsejado que un cliente sea presentado como testigo en su propio caso, ya que esto puede exponerlo a interrogatorios incisivos por parte de los fiscales, preguntas capciosas y posibles complicaciones en sus declaraciones que podrían ser interpretadas como indicativas de temor o falta de claridad.

"Me parece una estrategia arriesgada, nosotros los abogados nunca subimos al cliente a estrados a que declare, nunca. Presentamos cualquier tipo de testigos", destacó Barrientos, subrayando la precaución que se debe tener al exponer al cliente de esta manera.

Asimismo, Raúl Pineda Alvarado, analista legal, expresó su escepticismo sobre la efectividad de los testimonios presentados hasta el momento por la defensa de Hernández.

Según Alvarado, los testigos llamados por la defensa no han logrado exonerar completamente al expresidente de las acusaciones en su contra, ni han proporcionado evidencia sólida que respalde la teoría de una persecución política o una venganza por parte de personas supuestamente afectadas por Hernández.

"Aunque la extradición es un tema del Poder Judicial y no del Ejecutivo, el tema de hacer leyes corresponde al Congreso Nacional y no al Ejecutivo", señaló Alvarado, haciendo hincapié en que los argumentos presentados hasta el momento por la defensa parecen carecer de relevancia y conexión directa con los cargos en disputa, lo que podría tener un impacto negativo en una posible declaración de inocencia.

En vista de estas observaciones y análisis, queda claro que la participación de Juan Orlando Hernández como testigo en su propio juicio representa un riesgo significativo para su defensa legal, y sus efectos podrían ser determinantes.

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