Este fin de semana ha surgido uno de los mejores dramas políticos, el exministro de finanzas, Marlon Ochoa, y el precandidato presidencial por el Partido Libertad y Refundación (LIBRE), Jorge Cálix, se han enfrascado en una tiradera pública que está dejando boquiabiertos a muchos observadores.
La confrontación comenzó en Twitter, cuando Jorge Cálix lanzó una indirecta hacia Ochoa, recordándole su deber de imparcialidad como recién electo Consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras. En respuesta, Ochoa no escatimó en sarcasmo, destacando su historial de integridad financiera y arrojando acusaciones de frustración política contra Cálix.
El enfrentamiento se intensificó cuando Cálix, en un mensaje por Xiomara Castro, cuestionó la posición de Ochoa como juez y su capacidad para mantener la imparcialidad, desafiándolo a revisar sus valores democráticos y recordándole sus propias alianzas políticas pasadas.
Ambos contendientes han mantenido una retórica cargada de ironía y reproches, cada uno aprovechando la oportunidad para lanzar dardos envenenados contra el otro, ya sea cuestionando la integridad moral o exponiendo supuestas contradicciones políticas.
Jorge Cálix a manera de despedida hizo un llamado a la organismos internacionales, escribiendo lo siguiente:
“Hago un llamado a la comunidad internacional para que esté vigilante desde ahora a este tipo de acciones que constituyen una violación a los principios y postulados de los procesos democráticos”
"Esta tiradera política es como un espectáculo de circo", comentó un observador político que prefirió mantenerse en el anonimato. "Es un recordatorio de que, en la política, la ironía y la sarcástica retórica pueden ser armas tan poderosas como cualquier otra cosa".