Un gesto que agradecieron mucho los famosos ya que no cualquiera se moja y corre el riesgo de enfermarse para poder ver el show que tenían ellos preparados, con esto la zona norte se convirtió en la capital de la bachata ya que hicieron vibrar el Estadio Metropolitano.
Sin duda alguna, que este concierto representó una última oportunidad para revivir la magia de sus éxitos en un espectáculo, que estuvo cargado de nostalgia y emoción para los seguidores que han acompañado a la banda por más de tres décadas y que a pesar de su fin su música seguirá sonando de generación tras generación.