En una escuela de SPS, durante una inspección rutinaria llevada a cabo por el personal docente, se descubrieron "cigarros de moda" electrónicos que contenían sustancias nocivas entre las pertenencias de los estudiantes. La situación escaló cuando surgió una denuncia sobre una aparente prueba de embarazo encontrada en los baños femeninos del establecimiento.
El profesor, encargado de la supervisión, confirmó que la prueba pertenecía a una alumna de 13 años de séptimo grado, la cual afortunadamente resultó ser negativa.
Este incidente ha generado una profunda preocupación entre la comunidad escolar, resaltando la necesidad crítica de abordar de manera más efectiva y sensible la educación sexual y reproductiva en el currículo escolar.