Un hondureño protagonizó un aterrador incidente en Tarboro, Carolina del Norte, donde, tras un aparente accidente vehicular, intentó asesinar a su propia familia.
El suceso dejó a un paramédico herido y sorprendió a los equipos de rescate, quienes inicialmente creyeron que se trataba de un simple siniestro.
Todo comenzó cuando un vehículo que viajaba con cuatro personas se salió de la carretera 64 Bypass y terminó en Howard Ave Ext. De inmediato, las autoridades del Condado de Edgecombe, bomberos y paramédicos acudieron al lugar del accidente, encontrando a los ocupantes del vehículo heridos.
Sin embargo, lo que parecía un accidente se transformó rápidamente en una escena de violencia.
El conductor del vehículo, identificado como Carlos Alexis Santos Guifarro, originario de Honduras y residente en Harrisburg, Pensilvania, atacó a un paramédico con un par de tijeras mientras los equipos de rescate le prestaban atención.
El paramédico, al ser agredido, pidió ayuda, y rápidamente los agentes de la ley neutralizaron al agresor con una pistola eléctrica.
Aunque el paramédico sufrió una herida en el cuello, su vida no estuvo en peligro gracias a la rápida intervención de sus compañeros.
Lo más sorprendente vino después. Mientras atendían a la familia de Santos Guifarro, los socorristas notaron que la pareja y las dos hijas menores del agresor tenían heridas que no coincidían con las causadas por el choque.
Al profundizar en la investigación, se descubrió que el accidente no fue tal, sino un intento deliberado de asesinato, en el que Santos Guifarro intentó asesinar a su familia.
El hondureño enfrenta ahora cargos graves, incluyendo cuatro de intento de asesinato en primer grado y tres de agresión mediante estrangulamiento.