Tras ser mencionado en el Informe Monumentos de la Corrupción del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) en relación con el proyecto del Trans-450, el exalcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez, ha salido en defensa de su gestión y su integridad.
Álvarez enfatizó su tranquilidad frente a las acusaciones, asegurando que durante su mandato no hubo desvío alguno de los fondos públicos.
"Estoy tranquilo, no toqué ni un solo centavo. Yo estaba construyendo una obra para mejorar el tránsito", afirmó Álvarez, refiriéndose al proyecto del Trans-450, que actualmente está bajo escrutinio.
El exalcalde instó a las autoridades competentes a realizar una investigación exhaustiva que analice en detalle cada etapa de su administración, así como la de sus sucesores.
"Les pido sinceramente que hagan las investigaciones, a la profundidad del caso.
Mi gestión, la que pasó después y la actual, que analicen qué hicimos cada uno de nosotros", expresó.
Álvarez explicó que la gestión de los fondos del proyecto Trans-450 estaba bajo la supervisión del Ministerio de Finanzas del gobierno nacionalista, y que tanto la alcaldía como la tesorería municipal no tenían injerencia en los recursos.
Además, Álvarez aseguró que los pagos realizados estaban en conformidad con los informes de una empresa internacional supervisora, la cual dictaminaba que la obra había sido completada satisfactoriamente y, por ende, debía ser remunerada.
El exalcalde también señaló que lo que constituye realmente corrupción es dejar abandonada una obra pública, algo que él asegura no haber hecho.
"Yo no dejé abandonada una obra, yo estaba construyendo una obra para mejorar el tráfico y darle dignidad a la gente que utiliza el transporte público", afirmó.
Álvarez mostró su disposición a colaborar con las autoridades en la investigación y expresó su deseo de que los hechos se esclarezcan.
"Yo seré el más contento junto con mi familia si se demuestra mi inocencia, porque por años he sido señalado por algo de lo cual no tengo responsabilidad", concluyó Ricardo Álvarez.