La creciente criminalidad en las calles de Honduras sigue dejando víctimas, esta vez en San Pedro Sula, donde un hombre de la tercera edad falleció de un paro cardíaco al ser víctima de asalto. Según testigos, el señor colapsó y murió al instante debido al miedo y el estrés generado por el ataque de los delincuentes. Hasta el momento, se desconoce si los asaltantes lograron robarle antes de huir.
La inseguridad en Honduras ha alcanzado niveles alarmantes, y según analistas y el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), los índices de criminalidad han incrementado de forma preocupante. Las denuncias por asaltos en las postas policiales son diarias, pero la respuesta de las autoridades sigue siendo insuficiente, lo que deja a los ciudadanos vulnerables frente a la delincuencia.
Las calles ya no son seguras para nadie, y los adultos mayores se han convertido en un grupo especialmente vulnerable. Casos como el del anciano fallecido reflejan la falta de respeto y humanidad de los criminales, quienes ya no distinguen ni respetan a sus víctimas, incluso cuando se trata de personas de la tercera edad.
La población vive con temor, y muchos evitan caminar por las calles debido al riesgo constante de ser asaltados o agredidos.