Milagro Flores tiene un deseo constante que lleva pidiendo cada año: que su padre, don Ángel, deje de beber. Aunque Dios le ha cumplido todos sus deseos, este sigue siendo un anhelo que no se ha concretado. A pesar de las dificultades y el sufrimiento que ha causado el alcoholismo de su padre, Milagro mantiene la esperanza y sigue pidiéndole a Dios lo mismo: la sanación para su papá.
“Es el deseo que pido cada año, que deje de beber”, comparte Milagro con una profunda emoción, sabiendo lo duro que ha sido para su familia, especialmente para su hermano, quien vive más de cerca el comportamiento de su padre. La situación ha cambiado, y lo que antes era un hombre tranquilo y sociable, ahora se ha convertido en alguien agresivo y peleador debido al consumo de alcohol, manifestó Milagros.
Milagro recuerda momentos difíciles, como el acordar con su hermano llevar a su papá a un centro de rehabilitación, pero sin éxito, no ha querido, y no se puede llevar en contra de su voluntad, A pesar de esto, no se rinde y sigue buscando soluciones, pero lo más importante para ella es no perder de vista lo que su papá es realmente: un hombre bondadoso, generoso y querido por todos.