Cientos de miembros de comunidades indígenas se han reunido en una marcha multitudinaria en rechazo a la construcción de la cárcel en El Mocorón, un proyecto que los habitantes de Mi Mosquitia consideran una amenaza para su territorio.
La protesta, que comenzó en varios puntos estratégicos de la región, busca visibilizar las demandas de las comunidades y presionar al gobierno para que cancele la construcción de esta mega cárcel en Coco, una zona reconocida por su riqueza cultural y ambiental.
Los líderes indígenas, entre ellos Erika Urtecho Escheverría, han manifestado que el proyecto viola acuerdos nacionales e internacionales que protegen los derechos territoriales indígenas.
Es relevante señalar que los habitantes de la región han estado en protesta durante 59 días y se han establecido campamentos en el municipio de Puerto Lempira, en el departamento Gracias a Dios, para rechazar el anuncio gubernamental de construir un centro penitenciario destinado a reclusos de alta peligrosidad.
Las fuerzas armadas de Honduras han solicitado el desalojo de los campamentos, lo que mantiene a la zona en constante alerta.
Los pobladores defienden que las tierras de las 800 manzanas donde se pretende construir la cárcel pertenecen a los Consejos Territoriales Indígenas.
Además, los líderes Miskitos han denunciado que el ejército está amenazando con destruir un cementerio comunitario que se encuentra en el área designada para la obra.