La reciente denuncia del tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos por parte del gobierno hondureño, encabezado por la presidenta Xiomara Castro, ha generado una ola de críticas tanto de la oposición política nacional como de figuras internacionales, quienes consideran esta decisión como un paso en la dirección equivocada.
Uno de los comentarios más destacados provino del senador estadounidense Marco Rubio, el primer hispano en la historia de Estados Unidos en ser nominado como Secretario de Estado por el presidente electo Donald Trump. Rubio, que ha mantenido una postura firme sobre la relación entre EE.UU. y Honduras en temas de seguridad y cooperación, expresó su preocupación en un mensaje en la plataforma X. “Por más de un siglo, el tratado de extradición entre EE.UU. y Honduras ha ayudado a ambos países a combatir el tráfico de drogas y de humanos,” escribió Rubio. A través de este mensaje, se unió a otros representantes estadounidenses, como la congresista María Elvira Salazar, condenando la decisión del gobierno hondureño.
El tratado de extradición, firmado hace más de cien años, ha sido visto como un mecanismo de colaboración entre ambos países en la lucha contra el narcotráfico y la trata de personas. La decisión de cancelarlo ha despertado una polémica sobre la relación entre Honduras y EE.UU. y el compromiso del gobierno hondureño en el combate a la delincuencia internacional.
La oposición hondureña ha criticado duramente esta medida, señalando que podría comprometer los esfuerzos del país en la lucha contra el crimen organizado y sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos, uno de sus principales socios.