Detrás del arte digital con IA

El impacto no se limita solo al agua. La energía requerida también es considerable. Crear 1.000 imágenes con IA consume cerca de 2,9 kWh, lo que equivale a cargar un smartphone 132 veces. Además, este alto consumo eléctrico también contribuye a la emisión de carbono. 

Los centros de datos representan actualmente entre el 1% y el 1,5% del consumo total de electricidad a nivel mundial. En regiones como Arizona y Utah, donde operan muchas empresas tecnológicas, el uso de agua para refrigeración se ha convertido en un problema crítico, sobre todo en zonas propensas a sequías. Algunos centros de datos han llegado a consumir decenas de millones de litros de agua al año, llevando este problema a límites alarmantes.

El debate sobre la sostenibilidad de la inteligencia artificial sigue abierto. Mientras la tecnología avanza y las tendencias virales continúan, también crece la preocupación por su impacto ecológico. La pregunta es: ¿estamos dispuestos a asumir este costo ambiental por la creación de arte digital?

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