Una de las metáforas más poderosas de Kalabongó (”luciérnaga” en lengua palenquera) es la que da nombre a la exposición. La obra retrata a las personas cimarronas como luciérnagas que dieron luz propia a sus caminos pese a ser invisibles para los colonos, que son, en este universo metafórico, los murciélagos.
Desafiar, por su parte, es una propuesta de artistas contemporáneos que han consolidado sus apuestas a través de medios mixtos: registro fotográfico, performance, video, piezas sonoras, pintura. Aquí lo decolonial se manifiesta a través de la confrontación del racismo a través de miradas desobedientes.