El 15 de enero partió de San Pedro Sula, cuidad industrial del país, la primera caravana de migrantes del 2022 con rumbo a Estados Unidos, entre las más de 800 personas que partieron se encuentran guatemaltecos, nicaragüenses y en su mayoría hondureños, todos en busca de una vida mejor en el país norteamericano.
Los riesgos que enfrentan las personas que inician esta travesía van desde secuestros, asesinatos, violaciones, tráfico de personas, además de la amenaza por contagio de covid-19. Estas caravanas migrantes resaltan la pobreza extrema en la que vive la mayor parte de la población, y resalta el hecho de que Honduras es uno de los países con la mayor tasa de criminalidad del mundo, siento 43,6 homicidios por cada cien mil habitantes.
Entre los cientos de migrantes que partieron resaltan las madres con niños y bebes y jóvenes que huyen de la pobreza, las precarias condiciones sanitarias y las pandillas. El encuentro de la caravana con la frontera de Guatemala dejo varios policías y migrantes heridos debido al enfrentamiento que se dio ya que las autoridades les estaban negando el paso a las personas que querían acceder sin haber presentado una prueba negativa de covid-19, ya que realizársela en el lugar tendría un costo de 1000 lempiras.
Poco más de 300 migrantes fueron detenidos por tratar de cruzar de forma irregular la frontera en el enfrentamiento que se dio con los policías de la zona, al menos 100 lograron cruzar desde otro punto fronterizo, pero de los cuales 36 fueron detenidos.
Más que restringirle la entrada a los migrantes se deben mejorar las condiciones de vida de los habitantes de cada país.