Mejía es un empresario de Tegucigalpa y Claudia es una doctora que trabaja en Comayagua. A pesar de la distancia entre sus ciudades, su relación de cuatro años ha prosperado sin inconvenientes.
La pareja ha construido juntos varios negocios llenos de esfuerzo y dedicación, lo que ha fortalecido su vínculo y les ha permitido formar un patrimonio compartido. Ambos tienen hijos de relaciones anteriores, y sorprendentemente, las niñas se quieren como hermanas, creando un ambiente familiar lleno de amor y apoyo.
A lo largo de estos años, Brian ha llegado a sentir que Claudia es su otra mitad. "La amo como nunca he amado a una persona", expresa con sinceridad. Este profundo amor lo llevó a tomar una decisión importante durante las vacaciones de la semana morazánica.