La creación masiva de imágenes con inteligencia artificial inspiradas en Studio Ghibli se ha convertido en la última tendencia viral, pero su impacto ambiental ha generado preocupación. A pesar de la fascinación por convertir selfies en escenas que recuerdan a "Mi vecino Totoro" o "El viaje de Chihiro", detrás de esta práctica hay un coste oculto: el consumo de agua y energía.
Según estudios recientes, cada imagen generada con IA puede consumir hasta 3,45 litros de agua debido al enfriamiento de los servidores que procesan estas solicitudes. En solo cinco días, se han gastado más de 216 millones de litros de agua, una cantidad equivalente al suministro mensual de una pequeña ciudad.
Este gasto hídrico se debe al funcionamiento de los centros de datos, donde servidores con potentes unidades de procesamiento gráfico (GPU) generan un calor extremo. Para evitar el sobrecalentamiento, estas instalaciones recurren a sistemas de refrigeración que dependen en gran medida del agua. Parte de este recurso se evapora durante el proceso, mientras que el resto se recircula para enfriamiento continuo.
TAMBIÉN PUEDES LEER:INTIBUCÁ SE PREPARA PARA LA 29ª EDICIÓN DEL FESTIVAL NACIONAL DE LA PAPÁ