Mediante declaraciones durante la marcha por el Día Internacional del Trabajador, el expresidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, aseguró que no teme ni al Partido Nacional ni al Partido Liberal, y fue más allá al declarar:
“Nosotros no tenemos miedo, ni a Dios le tenemos miedo”.
Asimismo, dijo que no le tenía miedo a Dios por que miedo solo le tienen los que hacen cosas malas.
Zelaya fue abordado por medios locales mientras caminaba junto a simpatizantes del Partido Libre. Ante la consulta sobre si temía una reacción de los partidos tradicionales frente a las acciones de su movimiento, el exmandatario respondió con firmeza, en un tono desafiante que generó diversas reacciones.
Críticos consideraron su declaración como una muestra de arrogancia y falta de respeto hacia las creencias religiosas.
En redes sociales, la frase causó controversia y fue catalogada por algunos sectores como una ofensa a la fe de los hondureños.
Hasta el momento, líderes religiosos no han emitido una postura oficial, pero la frase sigue generando debate en el ámbito político y social del país.