“¿Ayudan las sanciones contra Rusia? Sí, ya están golpeando con fuerza a Vladimir Putin y sus cómplices y sus efectos en la economía rusa aumentarán con el tiempo”, señaló Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, quien dijo que desde que Rusia violó deliberadamente el derecho internacional al invadir Ucrania, la UE ha adoptado seis paquetes de sanciones contra Moscú.
Asimismo, Borrell indicó que, a finales de 2022, habremos reducido nuestras importaciones de petróleo ruso en un 90% y estamos reduciendo rápidamente nuestras importaciones de gas. Estas decisiones nos están liberando gradualmente de una dependencia que durante mucho tiempo ha inhibido nuestras opciones políticas frente a la agresividad de Vladimir Putin. Probablemente creía que Europa no se atrevería a aplicar sanciones debido a su dependencia energética.
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“Algunos dirán, ¿pero estas sanciones afectan realmente a la economía rusa? La respuesta es sí. Porque si bien Rusia exporta muchas materias primas, también se ve obligada a importar muchos productos de alto valor añadido que no produce. En materia de tecnologías avanzadas, depende en un 45% de Europa y en un 21% de Estados Unidos, frente a sólo un 11% de China”, dijo Borrell.
La industria petrolera no sólo sufre por la marcha de los operadores extranjeros, sino también por la dificultad de acceder a tecnologías avanzadas como la perforación horizontal. Es probable que la capacidad de la industria rusa para poner en marcha nuevos pozos sea limitada. Por último, para mantener el tráfico aéreo, Rusia tendrá que retirar de la circulación la mayoría de sus aviones para recuperar las piezas de recambio necesarias para que los demás puedan volar.
En cuanto a la alternativa que China ofrecería a la economía rusa, sigue siendo limitada en la realidad, especialmente para los productos de alta tecnología. Hasta ahora, el gobierno de Pekín, muy dependiente de sus exportaciones a los países desarrollados, no ha permitido a Rusia eludir las sanciones occidentales. Las exportaciones chinas a Rusia han disminuido en proporciones comparables a las de los países occidentales.