El viceministro Matute informó del “negocio” que se ha detectado por parte de personas que roban los polluelos en donde estaban anidando y los metían en pequeñas cajas con precarios hoyos que hacen las veces de respiraderos, razón por la cual muchos de estos animales morían durante la travesía.
“Ahora los cazadores optan por subirse a los árboles donde hay nidos y se roban los huevos, mismos que son sacados, por ejemplo, hacia El Salvador, en donde otra ave, posiblemente un pato, los empolla”, dijo.
“Una guara roja en el vecino país se vende hasta por $4,000, una guara pone pocos huevos, uno o dos como máximo, con una frecuencia aproximada de entre 6 y 12 meses. Es por eso que se vuelve necesario proteger a la especie", explicó.
En estas acciones ilegales se encuentran involucrados ciudadanos salvadoreños y chinos, acotó el viceministro.