Con la llegada de la temporada festiva, las autoridades, organizaciones de bienestar animal y colectivos ciudadanos hacen un llamado a la población para evitar el uso de pólvora durante las celebraciones. Esta práctica, aunque tradicional, conlleva graves consecuencias para la salud, la seguridad, el medio ambiente y el bienestar animal.
El uso de pólvora está asociado a un alto índice de accidentes, particularmente entre niños y adolescentes. Quemaduras graves, amputaciones y lesiones oculares son algunas de las consecuencias más comunes.
La quema de pólvora genera contaminación del aire al liberar sustancias tóxicas y partículas contaminantes que afectan la calidad del aire. Esto tiene un impacto directo en la salud respiratoria de las personas, especialmente en quienes padecen asma u otras enfermedades pulmonares. Asimismo, los residuos que quedan en el suelo y cuerpos de agua dañan los ecosistemas locales.
Los estruendos de los fuegos artificiales generan estrés y ansiedad en los animales domésticos y silvestres. "Los perros, gatos y aves son especialmente sensibles al ruido de la pólvora, lo que puede causarles desorientación, ataques de pánico y en algunos casos, la muerte",según expertos.
Los estruendos de los fuegos artificiales generan estrés y ansiedad en los animales domésticos y silvestres. "Los perros, gatos y aves son especialmente sensibles al ruido de la pólvora, lo que puede causarles desorientación, ataques de pánico y en algunos casos, la muerte