El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández fue sobornado por la prominente familia Rosenthal de la nación centroamericana, propietaria de un "enorme" grupo de negocios, dijeron el viernes (10.02.2023) fiscales estadounidenses.
Hernández, un antiguo aliado de Estados Unidos que gobernó desde 2014 hasta enero de 2022, fue extraditado al país norteamericano en abril acusado de recibir millones de dólares de organizaciones de narcotraficantes a cambio de protegerlas de investigaciones y arrestos. Se ha declarado inocente.
En documentos judiciales presentados el viernes, los fiscales informaron que las pruebas en el juicio, previsto actualmente para el 18 de septiembre, demostrarán que el exmandatario "también recibió sobornos de los Rosenthal, así como les ayudó a obtener contratos comerciales para blanquear dinero".
El apoderado legal de los Rosenthal en Honduras, negó las acusaciones.
Acaudalada y con conexiones políticas, la familia llegó a controlar empresas como un club de fútbol, un importador de automóviles y uno de los mayores bancos del país a través de su conglomerado Grupo Continental.
La familia perdió el control de su imperio empresarial cuando las fuerzas de seguridad hondureñas confiscaron 19 de las unidades de la compañía en 2015 después de que fiscales estadounidenses acusaran al jefe de Grupo Continental, Jaime Rosenthal, y a dos parientes de lavado de dinero.
Rosenthal, quien murió en 2019, nunca compareció ante un tribunal estadounidense. Su hijo Yani Rosenthal y otro miembro de la familia, Yankel Rosenthal -ambos excongresistas hondureños- cumplieron penas de prisión en Estados Unidos tras declararse culpables de lavado de dinero.
Ambos fueron puestos en libertad en 2020 y su caso es independiente de los cargos contra Hernández.
Duarte señaló que Hernández era presidente cuando el gobierno del país latinoamericano incautó los activos del Grupo Continental.
"Juan Orlando Hernández estaba en contra de todos los Rosenthal, sólo aprovechó eso que pasó en el 2015 para quitarles todos sus bienes", dijo el abogado a Reuters en una entrevista telefónica, argumentando que los fiscales tendrían dificultades para demostrar que la familia sobornó al exgobernante.