Lucha contra la corrupción, una asignatura pendiente del gobierno de Juan Orlando Hernández

En 2015|  la administración de Hernández enfrentó una de sus mayores crisis de gobernabilidad, cuando cientos de miles de hondureños, sobre todo provenientes de la clase media urbana del país, exigieron su renuncia debido a la vinculación de su partido en el saqueo del IHSS entre 2010 y 2014.

La pandemia en 2020 | Las compras de emergencia del Covid-19 abrieron todo un flanco de irregularidades. El primer caso sale a la luz en el mes de abril, con las denuncias de compras sobrevaloradas de televisores, percoladores y hasta una carpa de lona inservible que haría de “hospital móvil” en Villanueva, Cortés. El entonces director del Comité Permanente de Contingencias (COPECO), Gabriel Rubí, negó las acusaciones, pero al poco tiempo renunció.  

El Tribunal Superior de Cuentas hizo su auditoría, pero no dedujo responsabilidades. El Ministerio Público, hizo su investigación, pero aún no presenta ningún requerimiento. Mientras tanto, Rubí regresó al Congreso, donde tiene inmunidad como si nada hubiera pasado y ahora es precandidato a diputado nuevamente.  

En el mes de mayo, varias auditorías sociales como las de la Asociación por una Sociedad más Justa y el CNA dejaron en evidencia varias irregularidades, abusos de poder y actos de extrema negligencia por parte de Invest-H, bajo la dirección de Marco Bográn.   Todas las pruebas se arruinaron, perdiéndose unos L50 millones en unos de los países que menos pruebas Covid-19 hace. También Invest-H compró más de 500 ventiladores mecánicos pulmonares a unos L.700 mil cada uno, sin tener las condiciones hospitalarias o el recurso humano para su operación. 

Pero el golazo fue la adquisición de siete hospitales móviles sobrevalorados a un costo de L.1,400 millones, fabricados con materiales reutilizados, comprados de “buena fe” a un proveedor con antecedentes oscuros y, sin garantías de cumplimiento del contrato o calidad de los bienes. Después de más de seis meses de espera y sendos reclamos públicos, solo dos hospitales están funcionando.  

Marco Bográn, exdirector de Invest-H, fue destituido de su cargo y guarda prisión en una cárcel de Honduras.

HERMANO DEL PRESIDENTE HONDUREÑO CONDENADO A CADENA PERPETUA EN ESTADOS UNIDOS

Tony Hernández fue condenado  (30.03.2021) a cadena perpetua por un juez de Nueva York por introducir 185 toneladas de drogas a Estados Unidos, según los fiscales con la colaboración de su hermano, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández. El presidente niega las acusaciones de estar también implicado.

Tras un juicio de dos semanas celebrado en Nueva York en octubre de 2019, el exdiputado Tony Hernández, de 42 años, fue hallado culpable de los cuatro cargos de los que era acusado, incluidos tráfico de cocaína a Estados Unidos, falso testimonio y posesión de armas de fuego. Ahora el juez dictó la sentencia que tendrá que cumplir. "Basado en la libre elección de Juan Antonio de involucrarse en una vida de tráfico de drogas durante un período de 12 años, que afectó la vida de personas en los Estados Unidos y en Honduras, una sentencia de cadena perpetua es muy merecida", dijo el juez Kevin Castel. 

En octubre de 2021, el CNA organizó un foro en Washington para dialogar sobre la lucha anticorrupción en el Triángulo Norte. En el encuentro participó Michael Camilleri, el principal asesor de USAID en la región centroamericana, quien compartió su preocupación por la situación en Honduras.

«Vemos patrones que no son favorables, como el desmantelamiento de la MACCIH, que el espacio cívico se va cerrando, que la libertad de prensa es más difícil, que la separación de los poderes se erosiona, tenemos una tarea difícil, pero la ayuda exterior puede jugar un papel importante», comentó Camilleri, evidenciando que la administración de Biden no confía en la gestión del presidente Hernández.

De acuerdo con el MCC, Honduras ha tenido un retroceso del 18% en cuanto al control de la corrupción. Su decisión tiene argumentos. Cuando Hernández asumió su primer mandato, TI calificó a Honduras como uno de los países más corruptos del mundo, ubicándolo en el puesto 126 de 175 naciones, con 2.9 puntos sobre 10 (cero es la peor calificación). Ocho años después, la puntuación bajó a 2.4 puntos, pasando a formar parte de los 23 países con menos transparencia a nivel mundial.

«En Honduras todo está politizado, la Corte está politizada, la Fiscalía y el Tribunal Superior de Cuentas también, estas son instancias donde el bipartidismo tiene el control. Ese el pecado original de la corrupción en el país», señala Jiménez Mayor, exvocero de la MACCIH.

 

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