Las últimas horas han sido demasiado sangrientas en el país donde cada vez son más las masacres y menos las respuestas del ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, quien desde que tomó la Secretaría de Seguridad, no se ha visto una política clara en contra de la delincuencia y la violencia en Honduras.
Muchos critican, que Sabillón se ha enfocado más en la extradición del expresidente Juan Orlando Hernández que en la seguridad real de un país que clama por justicia, paz y tranquilidad la cual se prometió darse y hasta el momento todo se ha convertido en utopía.
En las últimas horas han ocurrido varios hechos sangrientos, como ser la masacre de tres hombres en Lepaera, Lempira; donde una bendeta entre familias dejaron como saldo tres muertos, padre e hijo de la familia Alfaro, y un miembro de la familia Reyes quienes, tras una discusión por los efectos del alcohol, terminaron con sus vidas.
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Asimismo, se registró una masacre de dos adultas y dos niñas víctimas de una masacre en Olanchito, Yoro, quienes fueron asesinadas por sujetos desconocidos.
Por otra parte, se registró la muerte de una mujer en Barrio Mejía de La Ceiba quien fue victima de un asalto por parte de un malviviente.
Según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), hasta el 3 de abril, se reportaron 1,144 muertes violentas en el país, cifra que preocupa ya que la percepción del país es que desde que la nueva secretaría de Seguridad tomó posesión, el país se encuentra gravemente afectado en este aspecto.
Esperamos que luego de varios meses en el poder, el ministro Ramón Sabillón, olvide de una vez por todas la extradición del exmandatario y se enfoque realmente en combatir la delincuencia que a diario acaba con miles de vidas de hondureños y hace que otros huyan del país que los vio nacer.
