
Un rato antes habian arribado Enzo Fernandez y Emiliano Martinez. Hasta que por fin le tocara aterrizar al avion mas esperado, a ese vuelo privado que se habia anunciado que llegaria un dia mas tarde. Ahi baja Lionel Messi, acompañado por su esposa Antonela y por sus hijos Thiago, Mateo y Ciro. Después de un duro domingo en París que terminó derrota y silbidos, el mejor jugador del mundo se enfoca en la Selección. Se vienen días diferentes, inolvidables, de reencuentro con los argentinos, de celebración. A festejar la conquista de la Copa del Mundo…
Messi y su familia bajaron del avión en la pista del Aeropuerto de Ezeiza cerca de las 10 de la mañana del lunes argentino. Se subieron a una camioneta gris. Y desde ahí recorrieron un puñadito de kilómetros hasta la concentración de la AFA. Ahí se quedó Leo. A la tarde, el primer entrenamiento…
El capitán será el líder de los primeros partidos que jugará Argentina como campeona del mundo. Este jueves lo hará contra Panamá en el estadio Monumental. Y el martes de la semana que viene ante Curazao, en Santiago del Estero. Está claro que son “partidos-excusa”. Los rivales son ultramenores.
El objetivo es festejar con los hinchas. Se apunta a cerrar ese círculo inconcluso de aquella celebración multitudinaria en las calles que terminó frustrándose por la locura general: casi 5 millones de argentinos habían salido a las calles para darle su amor a los campeones.
Ahora las entradas volaron. En la fila virtual para comprar un ticket hubo más de un millón y medio de hinchas. El Monumental, con su capacidad para 83.000 personas, explotará. Cada paso de los campeones motiva un operativo especial. Por eso mismo se había anunciado que Messi llegaría mañana, pero lo hizo un día antes. Por eso mismo también no se brindaron detalles de cómo será la llegada de Argentina al estadio. Tampoco se puntualiza si los jugadores quedarán concentrados en Ezeiza o por las noches se irán para compartir un rato con sus familias.
La seleccion argentina a veces en su país un fenómeno de devoción única. Una identificación brutal. Messi todo lo disfrutará. Es lo absolutamente contrario a lo que le toca vivir en París…
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