La coordinadora residente de la ONU en Honduras, Alice H. Shackelford, manifestó en las últimas horas su preocupación sobre el impacto de la corrupción en el país. En reacción a una publicación de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Shackelford destacó que la corrupción es una grave amenaza para la prosperidad y la estabilidad de la ciudadanía hondureña, así como en diferentes partes del globo terráqueo.
Shackelford enfatizó que la corrupción no solo afecta la economía, sino que también tiene un impacto profundo en el cumplimiento de la Agenda 2030. "La corrupción amenaza la prosperidad y la estabilidad. Y impacta el cumplimiento de la Agenda 2030 en educación, salud, seguridad alimentaria, estado de derecho e institucionalidad sólida", expresó en su declaración.
Según la funcionaria de la ONU, la lucha contra la corrupción requiere un compromiso decidido y colectivo. Resaltó la necesidad de que todos los sectores de la sociedad se involucren en esta batalla para asegurar un futuro más próspero y equitativo para el país. "El compromiso en esta lucha tiene que ser de todas y todos", subrayó Shackelford.
Las declaraciones de Shackelford se suman a una creciente preocupación internacional por los desafíos que enfrentan numerosas naciones, de las que Honduras no es excepción, en materia de corrupción y gobernabilidad.