Para el maestro Walter sólo son fundamentales tres cosas: Un papel, la pintura, y la imaginación

Como todo un pintor profesional, Walter mantiene a su lado siempre su “arma secreta” su amado pincel, ese que lo acompaña en todas sus aventuras de la vida, conociendo lugares para guardarlos en su memoria y plasmarlos en sus pinturas.

 

 

¿Qué lo motivó a incursionar en la pintura?

“Me gustó más la pintura dentro de las disciplinas artísticas por la oportunidad de trabajar aseado y la libertad de llegar a más espectadores, que mi creación sea movilizar y no estática, que la obra vaya a todos lados y no tener que llevar el espectador a la obra. Amo la pintura, no por lo que recibo en materia si no por lo que me transmite y puedo trasmitir hacia fuera”.

¿Cuáles son sus obras más significativas?

“Es difícil poder decir cuál es mi obra más significativa porque en todas he dejado algo de mí, y todo lo que puedo dar de mi es valioso porque es espiritual. He pintado tanto lo que pienso y siento que se vuelven testigos de mi vida misma. Pinto lo mío, lo de Honduras y lo de la humanidad como un todo universal”.

¿En qué festivales ha participado?

“He tenido la oportunidad de estar en los mejores salones de arte nacional como Banco Central, Bienal IHCI, Banco BCIE, Gracias CONVOCA, FESTIMA, CCS, CCA y a nivel Internacional, he visitado Tennessee, New York, Monterrey y D.F. en México, Argentina, Colombia, Panamá, Perú, Brasil, España; donde nos ha llevado el destino nos ha tratado bien, ir al pueblo es lo que más nos agrada”.

Scroll al inicio