Fredy Guzmán y Marvin Ortiz se dirigieron a la oficina del ministro de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado días atrás, con el objetivo de llevar a cabo una entrevista sobre asuntos relevantes para la comunidad.
Sin embargo, la espera en la oficina ministerial se convirtió en un desafío, ya que, tras aguardar un considerable tiempo, fueron recibidos con una actitud despectiva por parte del funcionario.
Cuando Salgado se dispuso a atenderles, de manera prepotente, limitó abruptamente el tiempo de la entrevista a tan solo cinco minutos, cuando la espera de los comunicadores había sido kilométrica.
Esta situación indignante y falta de consideración hacia el trabajo periodístico, generó malestar entre los comunicadores presentes.
La actitud de Salgado, que reflejaba una falta de aprecio por el papel de los medios de comunicación en la sociedad, fue señalada como una muestra de arrogancia por parte de un funcionario público.
El periodista Fredy Guzmán, expresó su descontento en el programa televisivo que dirige, haciendo hincapié en que el poder puede llegar a corromper a las personas, llevándolas a comportamientos despectivos y autoritarios.
Además, destacó que el trato irrespetuoso hacia los periodistas no tiene justificación alguna, especialmente cuando se trata de figuras gubernamentales cuya labor incluye la transparencia y la comunicación con la prensa.
Esta situación pone de manifiesto la importancia del respeto mutuo entre los funcionarios públicos y los medios de comunicación, así como la necesidad de garantizar un espacio adecuado para el diálogo abierto y la colaboración constructiva en beneficio de la sociedad.