Como si fuera un problema de nunca acabar, las playas de Omoa y Cortés, siguen recibiendo cantidades enormes de basura que arrastra el Río Motagua desde Guatemala ocasionando contaminación en las mismas y gastos de miles de lempiras para las alcaldías de dichos municipios.
Esta es una denuncia de nunca acabar, ya que hace más de siete años se registra este hecho lamentable para nuestro país, la basura cae al mar y la corriente del pacífico que viene en dirección al sur, hacen que nuestras playas sean su destino final.
Millones de lempiras se gastan en mantener limpias estas playas, y las autoridades en de nuestro país están cansadas de denunciar lo mismo, y cuando se procede a amenazarlos con una demanda internacional, es hasta entonces que proceden a hacer algo.
Es necesario que se actúe y se denuncie internacionalmente y que se ponga una demanda y se hagan denuncias pertinentes para poder responsabilizar al gobierno guatemalteco por este hecho.